Otra victoria más y ya van nueve. El Barça del Pep parece consolidarse a pasos agigantados a la vez que se empeña en desmontar mis argumentos en pos de devolverme la ilusión. Y puede que lo consiga. Pero aun no voy a dar mi brazo a torcer, pues he visto mejores (más profundos, equilibrados, carismáticos y sólidos) equipos que se han ido a pique cuando todo parecia ir viento en popa. La victoria en Bilbao fue discreta, lejos de los alardes futbolísticos de los dos últimos partidos. Mas se consiguió lo que se requería, ganar. Me gusta que Pep refuerze en sus apariciones ese puntito resultadista, del ir día a día y ganar partido a partido, permitiendo leer entre líneas (o decir con la boca pequeña) que a veces hay que vencer como sea. Me entusiasma porque evidencía que es un entrenador moderno y práctico, con su justo punto de romanticismo. Eso no quiere decir que se aleje de la estética fútbolística instaurada por el profeta y de la que es heredero; simplemente prefiere ganar con el culo que perder bonito... y en tiempos de sequía, no hay mejor actitud.
Los partidos de Basilea y Almería se saldaron con una cuenta de 10 goles a favor y ninguno en contra. De ello podemos deducir que el equipo a entrado en una faceta práctica, marca pronto (lo que siempre es de gran ayuda) aprieta para resolver y finalmente baja el pistón para dedicarse al control del esférico. Hay intensidad en la presión, fluidez en la distribución y parece que los despistes defensivos de hace un mes se han corregido con el trabajo diario. Pero si algo desprende este Barça es un cambio radical de actitud. No hay pasividad ni lugar para una acitutud indolente. Aquí se suda y se lucha. Otro punto para Guardiola.
Un aparte merecen dos de lo que ya son (y deberán ser) jugadores importantes para este equipo. Piqué me parece un magnífico refuerzo y sólo hace que afirmar (cosa que ya dejé clara en mi post de la escoba) su excelente relación calidad-precio- rendimiento. Ya tenemos líder de la saga para el futuro (cosa que no puedo decir del caro y ausente Martín Cáceres). El otro es Sergi Busquets, el heredero de Busi y único y digno merecedor de la coletilla "Solutions" (su padre era de todo antes que una solución). Un jugador que si es un puntazo de Guardiola, pues nadie hacía demasiados elogios al mismo e incluso me atrevería a decir que no se esperaba demasiado de él vistas la correrías que se pega ahora Txiki detrás del sr.Orobitg (representante del vástago del otrora portero blaugrana). Otra colleja para Txiki pues el Liverpool esta al acecho y el juega a hacer ofertas a la baja cuando ya hace tiempo que no tan sólo no tiene la sartén por el mango, sinó que le han pegado con ella en su jeto de prominente nariz.
Pero no todo van a ser flores ni me voy a bajar los pantalones por un par de palizas y un chorizo. Los rivales han estado pésimos y cabe analizar hasta que punto es mérito de la calidad del equipo o fruto de la mediocridad del rival. Porqué el Balisea tenía tela y al Almería le tirarón de la patilla. Goles tempraneros y diarreas mentales de equipo pequeño. Sigo pensando que falta un rival de peso y un par de victorias de prestigio para dar el arreón a este equipo que parece merecer otra vez la confianza de un soci receloso y desconfiado. El pasado reciente nos dejó un panorama atroz como para vender barata ahora esta embrionaria ilusión . Eso no rehuye la posibilidad de que esten empezando a camelarse a los escépticos (entre los que claramente me incluyo). Tendrán el soporte definitivo cuando le peguen un sopapo al Madrid o ganen (con épica, con fútbol o con el culo otra vez) a Villarreal, Valencia y Sevilla. La dinámica en Liga es buena (en 1/8 de la Champions será otro cantar) y el tiempo dictará la evolución de este equipo. Parece que habrá cosecha, pero los cuervos del pasado están al acecho. No podemos creer en una racha de victorias (aunque sean disfrutables en el contexto actual) pues la autocomplacencia (casi onanista) ya nos ha dado demasiados disgustos. Y no estoy sólo en ésto ni es la visión pesimista de un socio cabreado y resentido. Ayer no fueron al campo 16.000 socios que necesitan más que un par de exhibiciones para volver a creer.
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